jueves, 10 de diciembre de 2015

Interpelándonos sobre cómo favorecer la autonomía de los estudiantes desde la enseñanza.

Un mail del Departamento de Práctica invitaba a una Jornada de Socialización de experiencias para favorecer la reflexión conjunta. Entonces organizamos un encuentro con las estudiantes del Taller IV para delinear su presentación en dicha jornada.
  Las alumnas mostraron entusiasmo… pero debíamos seleccionar un eje a abordar… ¿cuál sería suficientemente significativo?...
  Una de las estudiantes relata la escasa autonomía de sus alumnos en un primer año de Profesorado y las variadas pautas que le demandaban. A partir de ahí nos interpelarnos sobre cómo favorecer la autonomía de los estudiantes de los niveles secundario y superior. La reflexión conjunta nos condujo al eje de su presentación.
   Acordamos con la necesidad de socializar ejemplos de propuestas didácticas implementadas para el fin mencionado. Surge, así, la elaboración de un “Blog de Psicología” como memoria de clases para los alumnos que tenían muchas inasistencias, como habilitador de un aprendizaje autónomo en tiempo, espacio y modalidad…
   Otra practicante propuso a sus alumnos organizar y representar un debate personificando los diversos autores analizados. Desde el abordaje conjunto de los conceptos claves, la selección de ideas, la elección de elementos identificatorios del autor a representar, la organización grupal, la anticipación de preguntas, la distribución de roles, el ensayo y la puesta en escena, hasta la reflexión sobre su actitud e intervenciones durante el acompañamiento didáctico a dicha tarea… 
  Otra practicante planteó a sus alumnas de primer año de un profesorado que realicen un trabajo integrador con una consigna que, si bien, orientaba sobre la producción requerida también les daba la posibilidad de optar por temáticas y recorridos…
 Coincidimos en que todas eran propuestas didácticas que apostaban al desarrollo de la autonomía porque incentivaban  la diversidad de enfoques, la elección de recorridos, temáticas, recursos, la disposición propia de tiempos, espacios e ideas por parte de los alumnos e implicaban una intervención docente ajustada a sus avances y dificultades…
 Quedaban varias cuestiones por definir y una estudiante propone hacer un documento compartido. Estaban tendidos los hilos que ellas mismas debían tejer haciendo uso de su propia autonomía como estudiantes de nivel superior… Una de ellas inicia la trama, abre el documento y expone ideas pero… no aparecen nuevos aportes… Me cuestiono sobre nuestra función en la generación de la autonomía de las estudiantes… decido hacer una intervención dando algunas sugerencias para continuar… Los hilos siguen tendidos a la espera de ser entramados...
 Las profesoras del taller compartimos la ansiedad… dudamos sobre la actitud a tomar pero decidimos esperar para habilitar otros tiempos y acciones… y el día antes de la jornada, nos llega la presentación esperada… El tejido de la trama había cobrado solidez y coherencia…
 A partir de esta experiencia sigo interpelándome:¿cómo no caer en el abandono del estudiante en pos de no invadir su capacidad de decisión?, ¿cómo manejar la ansiedad de dejar hacer, sin ejercer una función de control sino de orientación e inspiración?...preguntas a partir de las cuales seguiremos tejiendo nuevas tramas con otros hilos…


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