Crónica de mi primera experiencia como docente
Poco a poco terminaba de acomodarme. Las sensaciones eran extrañas a mí, pero se transformaban en propias. Ese día desperté en el cuerpo de una profe. Recuerdo que era mi primera clase y la experiencia de mirar un mundo diferente a través de los ojos de cada uno de mis alumnas y mis alumnos era tan nueva como desafiante.Tenía poco más de 20 años y, por intermedio de una compañera de estudios, me habían ofrecido una suplencia de Literatura en la escuela ETENA a la que asistían, hasta finalizar el ciclo básico de tres años de Educación Secundaria, los hijos de quienes trabajaban en los astilleros Tandanor, en el puerto de Buenos Aires.
Me tocaba dar poesía en un mundo de varones, que no parecían para nada interesados en hablar de métrica, rima consonante, sonetos, metáforas, sinalefas, metonimias… Pero ya entonces creía en la educación como un acto revolucionario y, cargada con las Poesías Completas de Machado, Girondo, Pizarnik, Miguel Hernández, Lorca y Alfonsina Storni –más un cassette con música de Jean-Pierre Rampal y mi grabador-reproductor marca Sony– me decidí a tomar el colectivo de la línea 93 que, aproximadamente en una hora, me dejaría en Retiro. Una vez allí, caminaría más de diez cuadras para ingresar a pie a Dársena Norte, donde se encontraba la escuela. Era verano y el sol pegaba fuerte contra el playón de asfalto.
–Buenas tardes, alumnos –me animé a decir lo más convencida que pude, transpirando y con el hombro marcado por la correa de la mochila.
–¡Buenas tardes pro-fe-so-ra! –gritaron de pie al unísono 35 adolescentes que, en las siete clases que compartimos antes de que la escuela cerrara sus puertas para siempre, leyeron, se intercambiaron los libros, eligieron poemas libremente, los transcribieron en hojas de colores que ilustraron con birome y los grabaron, recitando con su voz y con su música, emocionados e imborrables, como este recuerdo.
Griselda Gandolfi
PD: me parece que sé decir más en 5 párrafos que en 5 diapositivas, o en una de esas, digo distinto... Griselda
Griselda: me gustó mucho tu experiencia... sobre todo desde el lugar en que la narrás...
ResponderEliminarA todos nos cuesta un poco esto de aprender a comunicarnos con nuevos recursos... pero me parece que vamos a ganar como docentes...
Hola Griselda.
ResponderEliminar¡Qué linda experiencia! Me interpela el estilo de escritura, tan liviano y directo, con encanto y magia.envuelves el tiempo en un instante entre despertaste en el "cuerpo de una docente" hasta el "buenas tarde alumnos".
Gracias.
Saludos.